Mente sana en cuerpo sano

MENTE SANA - CUERPO SANO

Usted ya lo ha vivido: la energía en cada emoción puede resultar tan refrescante y magnífica como una suave brisa, y tan golpeadora como un ciclón. Contiene potencialmente todos los atributos para enfermar tanto como para rescatar de la enfermedad. Es la energía o su ausencia la que nos hace sentir radiantes y saludables o enfermos y abatidos. Un estado emocional articulado, saludable y vibrante genera el estado de mente sana. Y este estado de mente sana y despejada nos permite aprender de nosotros mismos, nos permite observar cómo somos, qué nos hace bien, por qué motivos evitamos ciertas cosas o ciertas personas. Y viceversa.

Esta creencia: “mens sana in corpore sano” se fundamenta en la sentencia bíblica de que el cuerpo es el templo del Espíritu, el vehículo en el cual se transporta la energía de vida. Es el célebre extracto de"Orandum est ut sit mens sana in corpore sano", cita completa que el poeta latino, Décimo Junio Juvenal, escribiera en sus Sátiras.  Nace de las plegarias que él mismo hacia a sus dioses implorándoles bienestar físico, emocional y mental.  Su mayor ambición era una calidad de vida alta; no le preocupaban las riquezas materiales sino la auténtica altura espiritual, y la agudeza mental. Por lo tanto, antes de rezarle a los dioses por cosas mundanas, frívolas  y efímeras prefería implorar por la integridad de su cuerpo, de su mente y de su alma. Se trata de una lección de vida enaltecedora y provechosa, que todo joven merece conocer.  

Los jóvenes en la escuela secundaria están listos y maduros para aprender ese lenguaje emocional asombroso y tan sencillamente revelado por Edward Bach. No en vano los esfuerzos y la generosidad de Bach por llevar estos conocimientos tan útiles a los hogares le han agregado valor como celebridad en el mundo de las terapias alternativas y las técnicas de auto-asistencia. Hoy su nombre y su obra gozan de un indiscutido reconocimiento y de un sincero agradecimiento mundial. La simpleza del método lo hacen doblemente interesante, fácil de asimilar y de aplicar. Observando los resultados auspiciosos que se obtienen, los jóvenes merecen aprender a darle a la emoción la lectura correcta y el tratamiento correcto; merecen tener la oportunidad de aprender a satisfacer sus necesidades emocionales del mismo modo que aprendieron a satisfacer el hambre y la sed. Edward Bach aseguraba que calmar una emoción debe ser algo tan sencillo como prepararse una ensalada. Se ha demostrado repetidamente que con sus esencias esto es posible. En la medida en que una carencia emocional normal y esperable no se rigidice y degenere con el tiempo, la misma representa uno más entre los apetitos y necesidades humanas cotidianas. Practicar la autoasistencia lejos de representar una práctica médica es una práctica higiénica, nutritiva, íntima, que evita la necesidad de asistencia futura con fines remediales. 

Ya hemos puntualizado varias veces en este sitio, la vigoroza mente juvenil, preparada para absorber tantos datos del mundo de afuera, datos de la historia, de la tecnología, de la información, de las artes, de la ciencias, y de su propia anatomía merece  aprender más acerca de sí misma. Merece incorporar conocimiento que lo conviertan en alguien útil a sí mismo primero. Esa mente juvenil que puede estudiar y comprender su anatomía tiene la capacidad para absorber las nociones básicas sobre la estructura emocional del humano. Se beneficiará enormemente incorporando estos conocimientos tan útiles como apasionantes que habilitan a tantas insospechadas comprensiones y generan tantos beneficios igualmente insospechados en la opinión y en la actitud.  A no dudarlo por un segundo: la mente joven está capacitada para incorporar los conocimientos básicos sobre las emociones y sentirá mucho gusto en poner en práctica estrategias sencillas de aprender, y que le servirán para armonizar su cielo emocional y establecer relaciones más fecundas y gratificantes. Darles la oportunidad de internarse en sus maravillosos universos interiores para que consigan aprender a detectar y a gestionar exitosamente esa amplia gama de emociones por las que deben atravesar a diario ante los episodios que les regala la vida es ofrecerles conocimientos humanos que solo puede producir en ellos estados de mayor seguridad personal, niveles superiores de rendimiento, fomentar una mayor comprensión entre las personas.  

El conocimiento de uno mismo (a temprana edad en el mejor de los casos,)  permite ahorrar muchos desvíos, angustias y fracasos. Pero fundamentalmente, enseña a generar y generarse automotivación positiva; demuestra que contamos con todos los medios para salir a flote, y destacarnos. Se trata de un aprendizaje que solo puede prevenirlo de futuras dependencias innecesarias, incluso peligrosas. Aprender a dar lectura a la propia emoción, entablar un diálogo fructífero con los propios pensamientos, reconocer los sentimientos que les dieron origen, les ayuda a comprender mejor que sus emociones hablan, que cuando lo hacen, le están indicando algo importante, algo relacionado con el camino que le conviene seguir. Todo joven en busca de crear su futuro estará encantado de enterarse de lo que pasa en su interior. Encantado de enterarse por qué le ocurre lo que le ocurre. Encantado de comprobar que consigue superarse por sus propios medios, liberado de dependencias artificiosas a personas o sustancias. Encantado de sentirse saludable, curioso, orgulloso. En camino de ser dueño de sí mismo, creciendo y fortaleciéndose en su aprendizaje, aún en medio de la duda y las flaquezas temporarias. 


Mucha gente, ---muchos jóvenes, demasiados niños--- tienen hambre de cariño, sed de reconocimiento y comprensión, necesidad de vital de paciencia y tolerancia. No es de extrañar que el resultado de sus actividades sea pobre. O que no consigan extraer satisfacción y alegría completos a partir de sus logros o de sus pasatiempos. 

Con su cita y con su modelo de existencia, Juvenal plantea la necesidad de orar para disponer de una mente y un espíritu equilibrados en un cuerpo equilibrado; como factores de importancia crucial para una vida plena y saludable. Hoy existen alternativas a la formación religiosa, capacitaciones que persiguen los mismos fines y en cierta medida, comparten su escala de valores. La Educación Emocional es una de ellas. Ofrecer a los jóvenes una adecuada EDUCACIÓN EMOCIONAL es brindarles la oportunidad de aprender a atender a sus emociones como ellas merecen de manera de poder imprimir al pensamiento una mejor dirección, acercarlo a un pensamiento claro, independiente y radiante. La Educación Emocional no enseña a “dominar las emociones” sino a prestarles la debida atención: aprender que las emociones vienen con un mensaje, con una advertencia, con un consejo, con un reclamo que atender. 
Un tratamiento amigable a la emoción es aquél que comprende que un desequilibrio emocional es algo parecido a un hambre y que hay que satisfacer de inmediato y adecuadamente si lo que pretendemos es funcionar a pleno en la vida. Cuando atendemos adecuadamente a la emoción en lugar de intentar disimularla, abatirla, calmarla, nuestro pensamiento recupera brillo y dinamismo, con ello mejora nuestra disposición general, mejora nuestra actitud, nuestra postura; se aclara la mente y se alimentan nuestros proyectos de formidable energía. 

La Educación Emocional nos acerca al mundo interior. Un mundo con su geografía. De la cabeza a los pies, esos lugares del cuerpo donde prefieren instalarse algunas emociones. Se trata de un aprendizaje  tan interesante y apasionante como la geografía Universal. Acercar a los jóvenes a una capacitación acerca del mundo interior es ofrecerles una formación de rango superior, más humano.  Solo imaginarse cuántas personas se verían aliviadas y beneficiadas de un modo magnífico incorporando algunas sencillas pautas para aplicar en sus entornos beneficiando a su vez, a quienes tienen a su cargo. Tantas  angustias y ansiedades, tantas jaquecas y tantos resfríos por evitar; tantas descomposturas por superar definitivamente sin necesidad de sustancias químicas. Las rigideces emocionales y sus consecuentes derivaciones en el cuerpo se verían agradablemente reducidas en número y grado de seriedad.  

Dependiendo de la personalidad, y de pautas culturales, las emociones son altamente selectivas respecto de las regiones del cuerpo en las que elijan anclarse. La denominada Psicogeografía ofrece múltiples maneras de comprobarlo.  Un estudio adecuado permite constatar emoción y reacción corporal lo cual no deja de generar asombro a la vez que esperanza.  A la vista de estas observaciones educadores que han probado la dinámica coinciden en que la educación tiene el deber moral de difundir estos nuevos conocimientos de manera que las familias los conozcan, que los padres se enteren, que los jóvenes necesitando aclararse puedan ejercer auto-motivación y asistirse de manera efectiva, rápida y completa.  

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Padres, médicos y educadores se apuran por curar un síntoma a corto plazo mediante recursos que pueden dejar secuelas indeseadas a largo plazo. Gracias a una buena educación emocional, el mismo puede prevenirse a tiempo y para siempre. Con estrategias sencillas de implementar pueden superarse radicalmente y a corto plazo. El déficit de educación emocional es caldo de cultivo de múltiples complicaciones psico-físicas innecesarias, es responsable de una amplia gama de sufrimientos humanos que pueden evitarse desde la escuela y el hogar. La tendencia a la auto-medicación va en aumento.  El efecto búmerang de la droga especialmente en los tranquilizantes, es por todos conocidos. Es responsable de dificultades de integración social,  retraso en el rendimiento general, fluctuaciones en el humor y en el sueño, adicciones, comportamientos compulsivos, déficit intelectual, delincuencia juvenil.

Nos asombraríamos de la asombrosa sencillez con las que infinidad de cosas menores dejarían de convertirse en problemas mayores cuando se enseñe desde temprano que las emociones vienen para enseñarnos algo, que se expresan en un lenguaje que vale la pena aprender a descifrar; que son fenómenos naturales como el clima y que pueden cambiar como cambian los vientos o los colores del cielo; que cuanto más golpean significa que necesitan atención y tratamiento, investigación y ensayos, que batallar en su contra no ha dado buenos resultados; que en infinidad de casos los vanos intentos por acallarlas no ha traído más que gastos y complicaciones innecesarias. Cuando se aprenda que las emociones son una llamada de atención, un pedido funcional: algo en el cuerpo que falta o se agota y uno empieza a sentir la falta como se siente el hambre o la sed, entonces mucha angustia y perplejidad se evitaría, y las personas resolverían sus apetitos emocionales de manera tan natural como calman el hambre y la sed todos los días.  

Los estudiantes quieren estudiar, aprender, progresar de la misma forma que viven. Para satisfacer sus intereses culturales, sanitarios, sociales aspiran a usar, las mismas herramientas que usan para comunicarse todos los días: Internet. Gracias a las posibilidades de Internet, prácticamente todos los consumidores mutaron de un rol pasivo a uno activo. Crecen las consultas online a sitios de salud, crece la tendencia a la auto-medicación para mejorar la concentración o el rendimiento. Estos fenómenos reflejan por un lado, el progresivo interés por auto-asistirse por parte de algunas personas, a la vez que evidencian la imposibilidad de acceder al terapeuta por parte de otras. El formato de nuestra plataforma BiblioLab ayuda a llenar este vacío, saldar esta deuda tecnológica ofreciendo al alumnado una vía humana y mas natural de ayudarse emocionalmente y de ayudar a los demás.

A aquellos estudiantes a los que les encanta curiosear, les encanta aprender estos temas, se emocionan al aprender de sí mismos, al descubrirse en sus talentos escondidos, al detectar atributos de su personalidad que no sospechaban y particularmente se emocionan y se entusiasman cuando observan que por fin pueden lanzarse a hacer aquello que no se animaban debido a una debilidad emocional. 

La premisa: Mens sana - corpore sano. (Mente sana, cuerpo sano) no tiene fecha de vencimiento Cuidar la salud empieza con el cuidado de la mente. Especialmente en estos tiempos donde la sugestión publicitaria es reina y señora de las mentes inadvertidas, resulta indispensable proporcionar medios que ayuden a la mente joven a preservarse de invasiones subliminales, a "higienizarse" de toxicidades publicitarias, quitarse de encima la pegatina de los slogans para evitar ser transformados en consumidores masivos y pasivos particularmente de cualquier producto, procedimiento que lleve la etiqueta "para el cuidado de su salud".   

A lo largo de la historia, la educación ha debido dar respuesta a las exigencias socio-político-culturales en cada situación, y en cada momento histórico. Debido a su indiscutido compromiso social, las escuelas buscan ofrecer contenido y pautas para respetar dentro de la diversidad y contemplando las distintas conformaciones culturales.  La Educación Emocional --en su rol informativo y formador-- reforzaría esa comprensión humana permitiendo entender más a fondo la diversidad y facilitando de este modo la calidad en sus relaciones.  

Con solo leer las noticias internacionales comprobamos que en muchas regiones el sistema educacional está acorralado. En los últimos años, la escuela en las sociedades de consumo fue cada vez en mayor medida, el escenario de diferencias sociales, ambientales,  incluso en fiel reflejo de diferencias económicas. Un fantasma recorre el mundo de la educación. Vestido de violencia y droga golpea directamente al corazón de la escuela de occidente.  Si en los próximos 10 años el sistema educacional en estas regiones convulsionadas funciona como funcionó en los últimos 20, es posible que el tránsito estudiantil resulte todavía más accidentado que el actual.  

Una Educación Emocional completa, facilitada a tiempo, colabora en la recuperación del espíritu de camaradería, el gusto por el trabajo en equipo, el interés por el otro y por el bien común. Una mente sana, un cuerpo sano y un alma fuerte, están en mejores condiciones de orientarse en este sentido positivo. Mente sana cuerpo sano para llevar adelante una vida productiva, con ambiciones y esfuerzos atravesando eventuales adversidades. Mente sana cuerpo sano permite centrar la atención en los aspectos positivos de la experiencia de vida, en cada acontecimiento; buscar inspiración en las historias de superación. Estado de mente sana, cuerpo sano indispensable si se pretende conectar con el mundo interior, encarar las situaciones de la vida de una manera provechosa y gratificante. Mente sana, cuerpo sano no debería quedar restringido a la actividad física, a las clases de gimnasia. Existe una magnífica gimnasia mental que desde temprano vale la pena aprender a ejercitar. 

Cuando la Educación Emocional se facilite por fin desde temprana edad y en el mejor de los casos, desde la escuela, entonces, su compromiso social se transformará rápidamente en una práctica excitante, fructífera y por lo tanto, altamente motivadora. Las instituciones educativas pueden convertirse en fabulosos agentes de cambio.  La educación emocional ofrecida en los entornos educativos colaboraría grandemente con la responsabilidad social de la escuela de formar seres humanos íntegros con mayor sensibilidad por los valores sociales y con mayor fortaleza emocional para llevar a cabo asuntos de interés comunitario.  

El tratamiento adecuado a la emoción literalmente alimenta el espíritu; impulsa hacia el desarrollo personal. El Dr. Bach insistía en la importancia de permitir el desarrollo de la singularidad a los efectos de mantener niveles óptimos de salud y rendimiento. Ofrecer Educación Emocional en la escuela impulsa a focalizar en altos valores humanísticos; ofrecer la posibilidad de descubrir habilidades y valores latentes en uno mismo a tiempo acerca al éxito en la vida. Con ello los beneficios serán múltiples y se multiplicarían a corto y a largo plazo extendiéndose en la sociedad. Gratas sorpesas aguardan a partir de la motivación acertada en cada alumno, alentándolo a la libre expresión y el desarrolo de sus caracteríasticas geniales.

En un mundo que define actualmente al talento como un recurso estratégico, resulta comprensible que aquellas escuelas que crean valor social mejoren el nivel de compromiso y la relación vincular entre sus integrantes. Y eso redunda en beneficios en sus políticas de atracción y retención en toda su cadena de valor, (alumnado, cuerpo docente, personal administrativo). Facilitar los medios que posibiliten a los alumnos acceder a una Educación Emocional completa y respetuosa que impulse el estado de Mente Sana Cuerpo Sano, redundaría en beneficios: resultará un aporte social de gran envergadura y de magníficas derivaciones tanto en lo particular como en el plano social. Se ha demostrado repetidamente que cuando una institución hace efectivo un aporte social valioso, se enriquece ella misma y vive mas años

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