Los tiempos de hoy imponen desafíos únicos, problemas nuevos y exigen propuestas claras y medios efectivos para la solución.  En cuanto a la formación juvenil, cada institución educativa privilegia valores distintos y, como es de esperar, la elección de la escuela queda librada al criterio de los padres.

Las instituciones educativas con tendencias vanguardistas no han tardado en descubrir los variados motivos por los cuales ofrecer un servicio que mejore la calidad de vida de su staff, y que ayude a sus alumnos a definirse con antelación acerca del rumbo que darán a sus vidas, supone una ventaja institucional y otra ventaja competitiva. 

Y esta iniciativa no debería sorprendernos. 

Para empezar, todo servicio, entrenamiento o curso que sirva a la escuela para comunicarse mejor con esos padres que se muestran ausentes, que no manifiestan interés, que se muestran apáticos, confundidos o indiferentes será bienvenido y tendrá repercusiones positivas para el hijo. Estos padres ausentes o indiferentes lo son por alguna razòn y mientras que algunas opiniones prefieren descartarlos, otras más atinadas, buscan maneras de integrarlos. Surgen muy agradables sorpresas cuando la comunicación se recupera. Muchos de estos padres "indiferentes" demuestran tener mucho para aportar cuando son alentados a hacerlo. 

Los alumnos, por su parte, necesitan información del exterior, necesitan incorporar lo nuevo, conocer la historia, la geografìa, las matemáticas, la música,  etc. Pero para que esta informaciòn adquiera sentido para sus vidas, y para que puedan hacer algo productivo con ella también necesitan aprender a extraer informaciòn de su propio interior. Datos de su personalidad que les sirva para desarrolla rse, ubicarse en el mundo, ir limando su propio criterio. Necesitan medios efectivos para descubrir sus valores personales, sus gustos, desarrollar flexibilidad, tolerancia, espíritu de determinación. Necesitan aprender a detectar aspectos cruciales de su mundo interior, esas visiones y esas voces interiores que explican buena parte de sus conductas y elecciones. . Dicen que cuando Sócrates declaró que una vida carente de reflexión no merecía la pena vivirse, abogaba por la evaluación personal constante y situando al esfuerzo por indagar y mejorarse a uno mismo como la más alta de las vocaciones. 

Muchas personas que con el tiempo se destacaron en algún trabajo cargan con el peso del encasillamiento, piensan que son buenos solo para eso y hacen que otros piensen lo mismo. Les resulta muy difìcil descubrir sus otros talentos; no se imaginan haciendo otra cosa. En un mundo competitivo, esta sensaciòn inicia fuerzas revanchistas y genera sentimientos confusos y de insatisfacciòn. Si no queremos jòvenes desorientados e infelices y queremos prevenir futuros adultos confundidos y frustrados, debemos reconocer la importancia que tiene la educación integral en el estado de salud psicofísica; en remarcar la importancia del autoconocimiento, y despertar el interés por alcanzar una acertada conciencia de si mismo.  La orientación al autoconocimiento para el armado de un futuro satisfactorio es una medida primordial. Los gabinetes psicológicos están incorporando, ---o están siendo reemplazados por--- técnicas de coaching para el logro de objetivos que ayudan a los alumnos a detectar valores, y trazas proyectos e identificar futuros posibles en concordancia con esos valores detectados. Estas prácticas tan útiles ayudan a los alumnos a explorar caminos no para comprender los motivos por los cuales no se puede hacer algo sino para ir en busca de las maneras adecuadas de lograrlo y en esa bùsqueda tener la posibilidad de disfrutar, luchar con energía renovada; camino que promete convertirse en adultos íntegros, exitosos y felices en su actividad y en su interacción con el mundo. Ya lo anticipaba Waldo Emerson:

En cuanto al servicio de orientación vocacional ofrecido desde los establecimientos educativos, hay que decir que felizmente cada vez más instituciones están optando por servicios innovadores, y han avanzado un paso en la jerarquía de privilegios: están mostrando una preocupación primordial por formar seres humanos con aptitudes positivas frente a la vida. Las escuelas que consideran importante el desarrollo de la actitud positiva pro-activa  implementan para lograrlo un tipo de formación de base emocional. No escatiman recursos de educación emocional para generar seres enteros e incentivar las sanas tendencias hacia la plenitud y la auto-realización.

No puede enfatizarse lo suficiente la importancia de descubrir la propia vocaciòn, ese amor de la vida,  para enfrentar los retos propios de toda actividad, en el mundo laboral, lleno de desafíos, logros y desencantos. El camino laboral es siempre difícil si en él se espera ascender, pero se hace más fácil, tolerable y gratificante si se lo recorre siguiendo los intereses personales y en el desarrollo saludable de las propias habilidades. El compromiso de tantas escuelas en brindar esta orientación al alumno y la familia resulta alentador, más aún cuando desde la escuela se incentiva la exploración de las propias emociones. Es importante reconocer aquello que nos conmueva, (eso que nos mueve con la energia de las bellas y nobles emociones. A la hora de explorar la propia vocaciòn, reconocer las emociones es de gran utilidad. Resulta una guìa confiable para ubicarse entre el abanico de oportunidades laborales y de desafíos del mundo de hoy.

·         Si consideramos justo, el que cada alumno tenga derecho a descubrir su talento personal, ¿acaso no es imprescindible que la escuela ofrezca la guía para un descubrimiento tan crucial?    Efectivamente, y si la guìa consiste en ofrecer herramientas para el descubrimiento de las destrezas más descollantes de la personalidad y las técnicas para desarrollarlas a pleno, el servicio será óptimo, y los resultados magnìficos con repercusiones que dejarán su marca en el entorno mayor. 

     No solamente es amargura y  tiempo ocioso que se ahorra la persona que descubre a tiempo esas cosas que le gusta hacer, y que hace bien, sino que tal descubrimiento les promete esa clase de vivencias de privilegio en la que el tiempo cobra una nueva dimensión más rica, productiva, trascendente. Muchas veces, inolvidable. Descubrir este tesoro a tiempo solo puede dar augurios de un estado de plenitud y realización personal. Y cuando muchas personas sienten que están recorriendo el camino de su vocaciòn, y se sienten satisfechas, el entorno mayor mejora inevitablemente. El índice de violencia baja a medida que crecen las satisfacciones. La agresión al otro (movida por frustraciones)  se traduce en agresividad saludable,en acciones eficaces movidas por la curiosidad, el entusiasmo, o por la búsqueda de concretar algún proyecto personal o grupal largamente acariciado.

    Algunos entusiastas soñadores con un mundo mejor merecen saber que hay vìas sólidas para construirilo. A menudo se necesitan menos palabras y más actos, moralizar menos para operar mejor y obtener resultados que nos asombren y deslumbren de veras. Este fenómeno precioso puede incubarse desde la escuela y desde el hogar. No surge de la nada ni de la nocha a la mañana.  Todos los que aspiramos a un mundo mejor sabemos que esta transformación solo puede producirse a partir de una transformaciòn personal por parte de los individuos en cada rincòn dle planeta. Sabemos tambièn que debermos tomar parte activa en ella si realmente deseamos producirla.